Un principio básico en el estudio de lo que se denomina inteligencia emocional es la siguiente secuencia:
PENSAR – SENTIR – COMPORTARSE
Para actuar conforme a decisiones, y no movidos por nuestras propias emociones, es fundamental ser conscientes de las mismas, y detectar cuales son sus pensamientos asociados.
El cambio consciente de los pensamientos que pasan por nuestra mente, evitará emociones negativas, y el control de las emociones que sentimos, eliminando valores contraproducentes y falsas creencias, nos permitirá variar nuestro comportamiento ante determinadas situaciones, generando un beneficio para nuestros intereses.
Bibliografía:
Inteligencia emocional. DANIEL GOLEMAN, Kairos 1996 ISBN 9788472453715